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El «big data», clave en el futuro del emprendimiento

Las nuevas tecnologías de la información han inundado la red de datos. A partir de un simple clic hoy en día podemos acceder a un volumen de información extraordinario. Pero la pregunta es: ¿cómo gestionar todo ese capital de conocimiento de manera que aumente la eficiencia de una empresa? Y, más concretamente: ¿cuál es el impacto real del big data (macrodatos) en el mundo del emprendimiento?

La posibilidad no solo de acceder, sino de analizar cantidades ingentes de datos, ya hace tiempo que empezó a cambiar las dinámicas de las grandes empresas. Y no solamente de las que centran su actividad en las nuevas tecnologías. El big data se utiliza ya, de manera generalizada, para desarrollar una gestión directiva más eficaz, para depurar las estrategias de marketing, para afinar los planes de logística, para mejorar la relación con los usuarios y, sobre todo, para conocer de una manera más profunda y detallada las demandas de los clientes. La toma de decisiones, que antes dependía básicamente de la competencia –e incluso de la intuición- de los profesionales, también puede sustentarse ahora en lo que los expertos denominan «algoritmos predictivos»: herramientas que nos ayudan a predecir el éxito o el fracaso de cada decisión partiendo del análisis empírico de datos ya existentes. Según la International Data Corporation (IDC), una de las empresas líderes en el estudio global de big data, en los dos próximos años este tipo de herramientas experimentarán un crecimiento hasta seis veces mayor al del resto de tecnologías de la información, y en 2020 las organizaciones que estén capacitadas para realizar un buen análisis de datos conseguirán unos beneficios extras de unos 430.000 millones de dólares.

Si bien en un principio fueron las grandes corporaciones las que comenzaron a implementar el big data en sus planes de negocio, ya que eran las únicas que podían tener acceso a grandes bases de datos –estadísticas, encuestas, sensores, investigación…- , en los últimos años la gestión de datos masivos ha llegado también a las pequeñas y medianas empresas y, obviamente, a las startups. Dos factores han favorecido esta evolución. Por una parte, ahora resulta más sencillo acceder a grandes cantidades de información; las nuevas tecnologías contribuyen a ello, pero también un cierto cambio de mentalidad: cada vez son más las entidades –públicas, sobre todo, pero también privadas- que optan por compartir sus bases de datos de manera libre y gratuita, lo que se denomina open data (datos abiertos). Otro factor que beneficia a los emprendedores es que las herramientas de análisis de datos, que hace años eran softwares complejos y con costes muy elevados, al alcance de muy pocos, son cada vez más baratos y fáciles de manejar.

En el caso de las startups, un buen trabajo de big data puede resultar determinante ya desde el principio. Puede servir, por ejemplo, para detectar oportunidades de negocio. En muchas ocasiones los emprendedores se guían por una idea, por la percepción de que un proyecto encontrará su hueco en el mercado. A través del big data podemos encontrar indicadores que corroboren esa percepción o que nos ayuden a reorientar el proyecto. Una de las principales utilidades del análisis de datos es, precisamente, la aproximación al usuario, la posibilidad de detallar cuáles son las demandas y las necesidades de los clientes. En el caso de una startup que se encuentra en su fase inicial (early stage), este tipo de análisis resultan muy útiles. De hecho, actualmente se utilizan nuevas metodologías de emprendimiento, como el lean startup o el design thinking, que restan protagonismo al plan de negocio tradicional –que requería un exhaustivo cálculo de costes e ingresos antes de poner en funcionamiento el proyecto- y que, en cambio, priorizan la creación de un pequeño prototipo –ya sea un producto o un servicio- que debe testearse lo antes posible para ir adaptándolo a las preferencias del cliente. A través del big data, este método de ensayo-error-corrección puede lograr una gran eficacia, ya que las actuales herramientas permiten incluso el análisis de datos en tiempo real y, por tanto, arrojan resultados de manera rápida y precisa. También ayudan a reducir riesgos financieros, ya que los errores se detectan en la fase de pruebas, cuando todavía no se ha realizado una gran inversión.

Las aplicaciones prácticas del big data son infinitas. Se considera fundamental a la hora de desarrollar las smart cities, ciudades inteligentes en las que el gasto energético, la movilidad o el urbanismo deben ser más sostenibles. El análisis masivo de datos –casos clínicos en este caso- también puede servir para optimizar algunas dinámicas del sistema sanitario. Y en el ámbito puramente empresarial, todos los ámbitos se pueden ver beneficiados. Los responsables de marketing, por ejemplo, pueden conocer con mucha más exactitud cuál es la influencia real de sus campañas, cómo reaccionan los clientes, qué redes sociales proporcionan más notoriedad… Los de recursos humanos pueden analizar la productividad de sus empleados de manera más precisa; los de distribución, monitorizar al detalle el transporte de mercancías y concluir qué rutas son más efectivas; los inversores, conseguir un mayor conocimiento del mercado financiero…

El big data, de hecho, ya ha empezado a consolidar un nuevo ecosistema. No solo ha impregnado la gestión de empresas de todos los sectores, sino que está construyendo un sector propio, sobre todo gracias a la aparición de startups especializadas en la obtención y el análisis de datos. Según el Data Landscape de la UE, Cataluña es líder en Europa con un total de 67 empresas dedicadas al big data, una cifra muy superior al de otras regiones europeas, y además dispone de un Centro de Excelencia en Big Data en Barcelona, impulsado por entidades públicas y privadas, que pone a disposición de las empresas herramientas, sets de datos e infraestructuras específicas. En este sentido, en los próximos años también resultará determinante la formación, ya que se requerirán gran cantidad de profesionales especializados en big data. Según un estudio realizado entre directivos europeos por la empresa de soluciones tecnológicas Teradata, un 19 % de las empresas ya llevan a cabo proyectos de big data y un 42 % están buscando profesionales con competencias en el análisis de la información para mejorar su eficiencia. Una salida profesional con mucho futuro y un sector propicio al emprendimiento.

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